lunes, 4 de junio de 2012

Viaje a Texas

Os voy a contar el maravilloso e increíble viaje que mi familia y yo hicimos no hace mucho a Fort Worth, que es una ciudad del estado de Texas en Estados Unidos.

La idea de este viaje surgió cuando unos familiares de mi madre estuvieron en mi casa el verano pasado y nos comentaron que ellos vivían en Fort Worth desde hace más de 20 años y que nunca habíamos ido a visitarlos. Así que la idea se fue forjando y todos empezamos a hacer nuestros preparativos.

Lo primero que hicimos fue ir a la Comisaría de Policía, para hacernos los pasaportes, hasta ahora todos los viajes habían sido por Europa y no los necesitábamos. Mi padre se encargó de cambiar los euros por dólares, ya que es la moneda estadounidense y allí nos harían falta. Mi madre con la ayuda de mi hermana y mía, pensamos la ropa que íbamos a llevar. Las maletas no debían ser muy grandes, porque mi padre se pone de los nervios cuando llevamos muchas cosas en los viajes, así que unos cuantos vaqueros, unas camisetas y una cazadora eran la base fundamental de mi maleta.

Por fin llegó el día esperado, allí estábamos los cuatro esperando a que mi tío nos pasase a buscar para llevarnos a la estación del AVE de Zaragoza, que nos llevaría a Madrid desde donde cogeríamos un avión hacia USA.

No sé si habéis montado en el AVE, pero no tiene nada que ver con los trenes que vemos en las películas, es súper moderno, tiene de todo: tele, bar… Todavía estábamos viendo todo lo que el tren tenía, y de repente una voz nos anunciaba que ya habíamos llegado a Madrid… ¡¡qué rapidez!! Ahí estábamos otra vez los cuatro con nuestras maletas, rumbo a la T-4 del Aeropuerto de Barajas. ¡Qué locura de sitio! Gente por todos los lados, filas interminables, maletas, carritos, ruido y altavoces que no callan ni un minuto. ¡Uff! Qué tranquilo se vive en Utebo.

Tras un tiempo de espera, por fin, el altavoz anunció nuestro vuelo, “Pasajeros con destino Dallas del vuelo 892563 acérquense a la puerta de embarque número 3”.

El avión de American Airlines era enorme, todo muy nuevo y muy bonito. Nos tocaron unos asientos en las filas centrales, las butacas eran comodísimas, ¡menos mal!, porque ahí debíamos de pasar las próximas trece horas. Un libro, alguna película y una siesta, fueron mis entretenimientos en el viaje. Tenía unas ganas locas de llegar, primero por la ilusión que me hacía y no menos importante, por el cansancio que llevaba de tan largo viaje.

Después de recoger nuestro equipaje, nos dirigimos hacia la puerta de salida, ahí estaba nuestra prima esperándonos. ¡Qué abrazos, qué besos, cuánta alegría! Por fin habíamos llegado a Fort Worth, ¡cuántos años esperando que alguno de sus numerosos primos fuese a visitarla!

Cargamos las maletas en uno de esos todoterrenos enormes que circulan por Estados Unidos y nos dirigimos hacia su casa. Por el camino fuimos viendo el tipo de ciudad que era y nos fue contando todas las sorpresas que nos tenía reservadas para este viaje: ranchos espectaculares, caballos, espectáculos de rodeo, visitar el estadio de los dallas Cowboys de la NFL,... pero todo esto lo contaré otro día.

***

Carla Soler Gómez está a punto de terminar sexto de primaria en el CEIP Parque Europa de Utebo, y ha participado en el concurso de relatos de viajes organizado con ocasión del taller de escritura de viajes impartido allí por Daniel Nesquens. Su relato, "Viaje a Texas", ha ganado el tercer premio.

¡¡FELICIDADES CARLA!!

[... y no os perdáis, en breve, los relatos que ganaron el segundo y el primer premio!]

1 comentario:

  1. sueño con viajar a Texas, siempre lo hice desde que conoci a un amigo, que hermoso, Dios quiera que pueda cumplirlo. :')

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